Gastronomía en la Biblioteca Nacional: La cocina en su tinta

Inmaculada Langa
La Biblioteca Nacional abre sus puertas a la gastronomía. Con el nombre de La cocina en su tinta, se inauguró el pasado 22 de diciembre una exposición que nos hace recorrer  la evolución de la cocina, desde la Edad Media hasta la actualidad. Se recogen por primera vez en España los libros de cocina y todo lo que rodea a ésta de una forma única.

Cartel de "La cocina en su tinta"
Documentos que atesora la Biblioteca sobre la materia, entre los que se encuentran manuscritos, libros, revistas, fotografías, carteles... además de testimonios audiovisuales de algunos restauradores españoles. Otras instituciones como el Museo del Prado, el Museo de Artes Decorativas y el Museo del Traje, han cedido algunas piezas de sus fondos (pinturas, grabados, enseres de cocina…). De entre ellos destacan pinturas de Picasso y Miquel Barceló.
En este viaje cronológico por nuestra cocina también ha colaborado la Fundación Alicia de Ferrán Adrià, uno de los comisarios de la exposición, junto con Isabel Moyano, Jefe del Servicio de Reserva Impresa de la BNE y Carmen Simón Palmer, profesora de Investigación del Instituto de la Lengua del CSIC. Destacar el patrocinio de Telefónica, ya que últimamente está estrechamente vinculado a Adrià y a todo lo que le rodea.  
La exposición nos adentra en la historia y evolución de los alimentos, su forma de cocinarlos, de consumirlos y publicitarlos. Además se encuentran recetarios de todo tipo, desde los menús de cenas reales a las típicas recetas de la abuela.
En cada una de las tres salas que componen la muestra han colocado difusores de aromas: laurel, chocolate y limón. El laurel hace referencia a la época antigua; el chocolate a las Américas; y el limón a los siglos XIX y XX por refrescante.
Podemos encontrar el primer recetario manuscrito conocido, que es el Llibre de totes maneres de potatges de menjar (Libre de Sent Sovi), del siglo XIV y de autor anónimo, obra fundamental para conocer la historia de la alimentación europea en la Edad Media; o el Libro de Horas de Carlos VIII.
Será a finales del siglo XV cuando aparecen los primeros recetarios impresos, destinados a las clases pudientes, con acceso a productos prohibitivos. Estos libros muestran la influencia de la cocina árabe e incluyen algunas observaciones dietéticas, como el Llibre de Coch, del cocinero del rey Fernando de Nápoles, Rupert Nola, considerado el primer recetario escrito en España, hacia 1490.

El siglo XVIII, con la llegada de la dinastía Borbón, marca el inició de la racionalidad en la organización de la comida y el refinamiento. Un ejemplo es la obra de Juan de la Mata, repostero jefe de los primeros Borbones.

Caldo Nakai. Vallmitjana Bàrcia, Hubert
Una parte de la exposición está destinada al papel de la mujer en la gastronomía. Hay que llegar al siglo XIX para que la mujer se haga visible, a pesar de haber sido siempre la encargada de la cocina. Por ello los editores de la época advirtieron que las mujeres serían un público nuevo y numeroso.
Destacar una lámina original del libro Clorofila de Andoni Aduriz, que se salvó del incendio del restaurante Mugaritz; y la Rotaval, que es un destilador a baja temperatura por vacío que permite extraer los aromas de un alimento en forma de líquido.
El Bulli tiene una gran presencia, ya que hay varios libros del restaurante y de su chef estrella, y un sifón de espuma que crea texturas aéreas, una de las técnicas utilizadas por el Bulli que ha tenido más difusión internacional.
Se puede disfrutar de la exposición hasta el 13 de marzo y está previsto que después viaje a otros países.
 
Biblioteca Nacional de España
Paseo de Recoletos 20, 28001 Madrid

Horario de la exposición:
Martes a sábados de 10:00 a 21:00 h.
Domingo y festivos de 10:00 a 14:00h.
Día 5 de enero: hasta las 14:00h; 6 de enero: cerrado
Último pase 30 minutos antes del cierre

Entrada gratuita.

0 comentarios: