A.Millón.
A quién no le apetecería en estos días otoñales tomarse unas castañas calentitas delicia de muchos. Con motivo de este fruto típico de la estación vamos a ver algunas de las caracter
ísticas más importantes que posee.
Originarias.
El origen de la castaña no se sabe con exactitud. La opción que más se baraja sin embargo es la procedencia de Grecia de Ponto Euxino. Hacia el S.V llegan a Europa, extendiéndose por Roma, Francia, España…
En España ha sido un fruto muy importante
ya que formaba parte de la alimentación básica, debido a la gran cantidad de hidratos de carbono, antes de la llegada del maíz de América; de hecho, la entrada de este nuevo producto hizo que se dejara de consumir las castañas por un masivo consumo del maíz que derivó en una epidemia de pelagra o mal de la rosa, ya que el maíz carece de vitamina PP. Con la introducción de la patata la alimentación se fue enriqueciendo y cesando estos males, ya que aunque llegó en el S.XVI no tuvo una aceptación tan rápida como el maíz. Ambas: maíz y patata, acabaron por desbancar a nuestra castaña nacional.
Tipos.
La chamberga es la más escasa y menos cotizada; de tono rojizo y sabor dulce, el Kg. puede llegar a costar 2€.
Otros tipos son: rapuca, calva, naveixa, valdunas, zapatonas, regoldonas, bravas… aunque la más famosa sigua siendo las pilongas o maduras.
Beneficios.
· A pesar de lo que muchas opinan, este fruto es apto para personas con sobrep
eso. Tiene un alto porcentaje en hidratos de carbono. Hizo que durante la Edad Media, pueblos al sur de Europa que no tenían harina de cereal, usaran este alimento como fuente de carbohidratos. Bueno para deportistas.
· Ideal para las mujeres lactantes gracias a sus minerales: potasio, magnesio, hierro y fósforo.
· Personas con anemia.
· Poseen un alto contenido en fibra bueno para el estreñimiento
· Otros beneficios: antiséptica, aumenta las defensas, combate los estados depresivos
A pesar de todo esto no debemos, empacharnos, de este fruto, pues sí es cierto que puede complicar nuestra digestión debido a su gran cantidad de hidratos. Es necesaria una buena salivación, masticando y comiendo despacio.
Castañas en nuestra alimentación.
· Podemos utilizar las castañas para crear harina gracias al almidón que contiene, responsable del sabor harinoso. Es un alimento ideal para celíacos, carece de gluten.
Con la harina podemos preparar: pan, pastas, pasteles…
· También podemos incluirlas en: tartas, rellenos, mermelada, helado.
· La podemos encontrar además en bebidas como: licor o alcohol de castañas. Sus hojas sirven, además, como infusión.
· En la cocina de vanguardia está siendo la gran protagonista. Comienzan a incluirse en los segundos o primeros platos. En sopa, como relleno, guarnición, acompañamiento a platos de caza o con pescados como el rodaballo.
Recetas.
· Asadas. Es la manera más fácil y recomendada a los principiantes de la cocina. Sólo será necesario hacer un corte a nuestras castañas, para que no salten y exploten al romper la cáscara. Nada de aceite ni sal. Ahora bien, sin prisas, pueden llegar a tardar unos 20 minutos, a pesar de que las veáis negras esperar más o menos ese tiempo antes de retirarlas del fuego.
· También se pueden cocer a vapor o hervir y las tendremos con otros gustos.
Ingredientes: Medio kilo de castañas, cuatro cucharadas de azúcar, un vaso de agua y una pizca de sal.
Elaboración: Se lavan bien las castañas. Posteriormente, se les hace un corte en forma de cruz y se ponen a hervir en una cacerola con agua y una pizca de sal, por espacio de un par de minutos. Después de cocerlas, las castañas se pelarán con mucha facilidad y se reservarán en un plato. A continuación, se preparará un almíbar clarito con cuatro cucharadas de azúcar y un vaso de agua, poniéndose en él las castañas a fuego lento, a fin de que no se rompan.
Elaboración: Se lavan bien las castañas. Posteriormente, se les hace un corte en forma de cruz y se ponen a hervir en una cacerola con agua y una pizca de sal, por espacio de un par de minutos. Después de cocerlas, las castañas se pelarán con mucha facilidad y se reservarán en un plato. A continuación, se preparará un almíbar clarito con cuatro cucharadas de azúcar y un vaso de agua, poniéndose en él las castañas a fuego lento, a fin de que no se rompan.