Sabores de Asturias

Elena Gracia

Cuando cierras los ojos y te ves en una casita pequeña y acogedora, al calor de una chimenea y con el olor mezclado de montes, pinos y leña, solamente puedes estar haciendo una cosa… saboreando una fabada asturiana. Las hortalizas, las mejores carnes de cerdo y la auténtica tradición de las tierras de Don Pelayo componen un plato que, a pesar de su carga calórica, ha sido uno de los principales sustentos de varias generaciones asturianas.

¿Y qué mejor lugar que la capital del Principado para comer una auténtica fabada? Y es que la Vetusta de Clarín ofrece un marco incomparable para sumergirse en la cultura gastronómica asturiana. En concreto, encontramos el lugar perfecto en la Plaza de Trascorrales, frente a las figuras del burro y la lechera asturiana. El Raitán, un restaurante donde uno se transporta 200 años atrás, nos ofrece uno de los mejores menús degustación en la actualidad. ¿Su plato estrella? La fabada, además de sus variedades más populares: el pote, las fabes con almejas y las fabes con jabalí. También se pueden probar otros platos típicos como el cogote de merluza a la espalda o los medallones de solomillo con setas.

Pero para los que no podáis ir hasta Oviedo a visitar El Raitán, podéis ir probando una buena fabada asturiana de una manera aún más especial: ¡COCINÁNDOLA VOSOTROS! Para lo cual necesitaréis 500 gr. de fabes (tipo 'La Granxa' o 'del Cura'), una cebolla grande, una morcilla y un chorizo, 200 gr. de tocino, 200gr. de lacón, 3 ó 4 dientes de ajo, perejil, azafrán, laurel y sal. Para empezar se colocan todas las carnes en el fondo de la olla y encima las fabes, el ajo picado, dos hojas de perejil y la cebolla (pelada y entera), todo cubierto de agua. Se pone al fuego y, cuando empiece a hervir, se van desespumando bien y se baja el fuego. El azafrán se puede añadir desde el principio, pero queda al gusto del consumidor. La preparación termina cuando las fabes están melosas. Se retira del fuego y se deja reposar media hora. Fácil, rápido y para toda la familia.

P.D.: No olvidéis poner en agua las fabes la noche anterior. 

1 comentarios:

*El Marmota* dijo...

¿Pero todavía os acordáis del Raitan...?
Espero volver a ese sitio que tan buenos recuerdos me trae, esta fenomenal, eso sí, luego tenéis que dormir un poco, ya que uno no se puede ni mover del sitio.
Suerte chicos.
Ya os mandare alguna recetita del tío Marmota.