La Estepeña y la Navidad

 Jesús Gualix

¿Quién no ha probado alguna vez polvorones, mantecados y demás figuritas navideñas de la Estepeña? La tradición manda en éstas fechas tan señaladas, y cada vez que vamos al mercado a comprar, casi siempre optamos por dicha marca para ofrecer posteriormente en nuestra mesa sus dulces manjares.

La conocida empresa andaluza comenzó sus labores por medio de una confitería artesanal y familiar en 1858. Pero fue a partir de 1966 cuando comenzó sus andares empresariales en las provincias de Sevilla y Málaga. El éxito fue tal que en 1986 se abriría una nueva fábrica y desde entonces, con sus modernas instalaciones, no ha parado de crecer ni de distribuir cada navidad, siempre a tiempo, sus productos.

Pero la tradición del polvorón y el mantecado navideño viene de lejos, datando del siglo XVI y de los excedentes de trigo y manteca de cerdo existentes en Andalucía, más concretamente, en Estepa y Antequera. Así, se ha seguido consumiendo hasta la actualidad, transmitiendo la tradición y la costumbre de generación en generación.
 
Los ingredientes básicos que encontramos en mantecados y polvorones son la harina de trigo, grasa de cerdo y azúcar. La mayor diferencia entre uno y otro es que en el polvorón encontramos almendras y se consume exclusivamente en Navidad. Mientras los mantecados se consumen en muchas regiones españolas durante todo el año, sobre todo en el desayuno.

La consistencia de los mantecados y polvorones es diferente. El polvorón viene tradicionalmente envuelto en papel y se suele aplastar previamente para que no se deshaga al abrirlo. En cambio el mantecado lleva mucha menos harina y además posee clara de huevo, que actúa como aglutinante, lo que evita que se desmenuce como el polvorón. Otra diferencia entre ambos es la forma, pues el mantecado suele ser cuadrado y el polvorón redondo.
 
En definitiva, por éstas fechas no faltan nunca los polvorones ni los mantecados, ya que, a parte de ser dulces con un sabor muy bueno y familiar, también son económicos para el bolsillo, dato a tener en cuenta en tiempos de crisis como el de ahora.

1 comentarios:

Héctor Peco Calero dijo...

Me cago en diez...si echaramos cuentas de cuántos nos hemos comido en 22 años..la cifra asustaría. Son típicos, cogerlos de paso a la cocina jejejejej. Hacemos el helicóptero apagafuegos...a la que pasas por ahí siempre enganchas de la bandeja.