Héctor Peco
Si hay un plato que me hace salivar pensando en lo que degustaré después, ese es el pisto manchego. Adoro el arte, los monumentos, los lugares exóticos y todos aquellos sitios sobreexplotados de llenar postales por vacaciones, pero también soy de los que piensa que las maravillas del mundo se sirve en platos y porqué no, en recipientes de barro inventados hace varios antaños.
El pisto manchego, es un invento de siglos pasados, de campesinos manchegos o más bien, de la una servil dulcinea que trataba de mezclar de forma perfecta los olores de verduras pochándose al calor de la hoguera que al final supo "arrejuntar" en una receta que escribió en letras doradas en las páginas de la cocina española. Plato sencillo, barato y para alimentar a la familia, que por lo general venía de cultivar el huerto de donde sacaban las hortalizas que requería el plato o de trabajar aquellos campos, casi desérticos, llenos de vientos en las altiplanicies manchegas.
Así, tomaba dos calabacines, dos pimientos verdes, un pimiento rojo, una cebolla y un kilo de tomates maduros que previamente había triturado. Cortadas en pequeños dados las verduras, cogía la botella de aceite de oliva virgen, con sabor a los olivares de Castilla y rociaba la sartén para poder sofreír las verduras. A fuego lento y oyendo el fuego chisporrotear dejaba en tan bello baile a los amantes, durante unos siete minutos, hasta verlos dorados.
Después dejaba caer el tomate sobre las verduras, dejándose querer por los que ya habían dado gusto al ambiente. Lo acompañaba con una pizca de sal y otro tanto de azúcar, para quitar el sabor agrio del tomate. Todo bien pensado. Así lo dejaba durante 30 minutos hasta sacarlo del fogón y dejarlo enfriar durante unos minutos.
Por último, acudía a la corrala y recogía los huevos recién puestos por las gallinas, con las que acompañaba a semejante manjar, dispuesto en un gran cuenco de barro, que por lo general compartían en familia durante la hora de descanso del labriego día, acuñando frases célebres aún en uso como "tírate el pisto".
Receta Rápida
Ingredientes: 1 pizca de sal, Aceite, 1 pizca de azúcar, dos pimientos verdes, un pimiento rojo, dos calabacines, 1 kg tomate rojo maduro, 2-3 huevos.
Pasos:
1º Sofrito de las verduras durante 5-7 minutos.
2º Se echa el tomate en las verduras y se deja cocer durante 20 minutos, echándole la sal y la pizca de azúcar.
3º Se fríen los huevos a parte y se sitúan sobre el pisto ya acabado.
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